


La situación generada por la pandemia del COVID19 ha determinado que los diferentes sectores de actividad hayan de adoptar medidas para la prevención y protección de las personas que intervienen en el mismo con el fin primordial de evitar que se produzcan contagios y la propagación del virus. Para ello las autoridades sanitarias estatales, en un primer momento durante el Estado de Alarma y las Fases de Desescalada, y las autonómicas, a partir de la entrada en la denominada fase de “nueva normalidad“, han venido estableciendo las normas y las pautas de conducta y comportamiento que han de regir las relaciones interpersonales y la forma y manera de llevar a cabo la actividad en los distintos ámbitos. El Deporte no ha sido ajeno a esta regulación normativa la cual ha ido estableciendo, de forma paulatina y progresiva, la forma y manera de desarrollar la actividad física de los deportistas, tanto de manera individual como colectiva.
En este contexto deportivo, el área más importante en cuanto a número de participantes, lo configura el Deporte Federado No Profesional, en el que se integran, a través de los Clubes y Entidades Deportivas, miles de niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos para la práctica de su deporte, entrenando y compitiendo en los distintos Torneos y Competiciones que se organizan y promueven por las Federaciones Deportivas. Resulta evidente que la pandemia hace necesario que hayan de adoptarse una serie de medidas para intentar minimizar y reducir los riesgos de contagio entre los participantes en las actividades deportivas, siendo conscientes que, lamentablemente a la fecha, el ”riesgo cero“ no existe en cuanto no se halle vacuna o medicamento que consiga atajar los devastadores efectos del virus. Sin embargo, todos los participantes en las actividades deportivas sí pueden poner mucho de su parte para conseguir que el virus no se propague, siendo ellos, con su compromiso y cumplimiento de obligaciones que se impongan, los máximos valedores en detener la propagación del COVID19.
Ha de dejarse debidamente clarificado desde el inicio, que nos encontramos ante un gran reto no exento de numerosas dificultades, por cuanto el baloncesto es una actividad deportiva, que se practica mayoritariamente en un espacio cerrado (pabellón), de forma colectiva y en la que existe contacto físico entre los deportistas. Por ello este Protocolo deberá ser aplicado siempre bajo las directrices y mandatos de las actividades y comportamientos permitidos y autorizados por las autoridades sanitarias y deportivas correspondientes, entendiendo a éste como una concreción del modo y manera de aplicar las normas genéricas dictadas para el Deporte al ámbito específico de nuestro deporte.
Evidentemente el Club tiene como gran anhelo recuperar la normalidad absoluta, y somos conscientes que ese día llegará, pero para alcanzar esa meta, hay que dar muchos y firmes, pasos. Lo primero y más importante es la salud de todos y todas las participantes y ello prima sobre cualquier interés particular o colectivo.
El presente Protocolo regula pues el modo y manera de realizar los entrenamientos del club, de organizar la competición y los torneos, de fijar los derechos y obligaciones de los y las participantes. Pero todo ello solo se puede conseguir con una cosa que se repetirá en el este Protocolo: el compromiso personal y la responsabilidad individual en atender a todas y cada una de las medidas que se impongan. Sin ello el presente Protocolo quedará sólo en un conjunto de pautas sin contenido. Precisamos que TODOS y TODAS cumplamos las normas; que nos esforcemos para ellos; que seamos conscientes de la importancia de su cumplimiento; que no nos relajemos; que seamos conscientes que la seguridad es cosa de todos.
Finalmente mandar de antemano nuestro más sincero agradecimiento a todos las personas que van a participar en los entrenamientos y competiciones de la FBM, deportistas, familiares, entrenadores/as, colaboradores, voluntarios/as, árbitros/as, en definitiva a toda la gran familia del CB Arroyomolinos.
*Se permite la entrada de público tanto a los partidos como a los entrenamientos hasta un máximo del 75% del aforo de la instalación.